Nos dirigimos tanto a los profesionales de la hostelería como a los consumidores, para fomentar el conocimiento sobre la procedencia y características de las aguas que se sirven en restaurantes y establecimientos hosteleros.
Queremos que hosteleros y consumidores conozcan la situación y se sumen a esta campaña de transparencia.
Los clientes tienen derecho a que se les ofrezca información clara, veraz y que no induzca a error. Tienen derecho a saber qué tipos de aguas les pueden servir en el restaurante y lo que pagan por ellas.
Las botellas de agua filtrada no disponen de cierre hermético y generalmente no ofrecen información mediante la etiqueta sobre su procedencia (el grifo). Al haber sido rellenadas en el propio establecimiento, tampoco se someten a los estrictos y exigentes requisitos de higiene y extrema asepsia que se aplican a las aguas minerales. Por ello, pretendemos promover las buenas prácticas como acto de responsabilidad tanto en materia de seguridad alimentaria como a nivel de información al consumidor.
Las aguas minerales naturales son absolutamente distintas de las aguas, tanto del grifo, como filtradas.
Son un producto alimentario puro desde su origen, la naturaleza, por eso no necesitan ni reciben ningún tratamiento químico para su consumo. Tienen un origen subterráneo que las protege de forma natural de cualquier riesgo de contaminación. Se envasan a pie de manantial con unas condiciones de extrema asepsia para proteger su pureza original y mantener inalterables sus propiedades saludables y su composición en minerales, que permanece constante en el tiempo. Así, y gracias a su etiqueta, el consumidor sabe exactamente las características de cada agua mineral, pudiendo elegir la que mejor se adapta a sus preferencias y necesidades específicas.
Proviene de aguas superficiales y de orígenes diversos (embalses, ríos, desalinizadoras…) y, por lo tanto, necesita ser tratada químicamente (como, por ejemplo, con la adición de cloro) para desinfectarla, protegerla de potenciales contaminaciones, y que pueda ser apta para consumo humano. Además, hace un largo recorrido a través de los sistemas de conducción y tuberías de la red pública hasta llegar al consumidor y su composición es cambiante.
Es agua del grifo -por tanto, de origen también variable y composición inestable- que se somete a un proceso de filtrado doméstico en el propio establecimiento de hostelería. Este proceso altera su composición inicial y elimina el cloro, por lo que el agua queda desprotegida y es muy sensible a eventuales contaminaciones durante el envasado y servicio al consumidor.
El Agua Mineral es un producto que nace de la propia Naturaleza. Es el resultado de un proceso natural que comienza cuando el agua de lluvia o de nieve se va filtrando lentamente en las rocas de una montaña.
Aquí empieza un largo viaje subterráneo en el que el agua va adquiriendo los minerales, que le aportarán su singularidad y carácter único, para llegar finalmente a un acuífero situado en la profundidad de la tierra.
Una vez en el subsuelo, esta agua pura y enriquecida con sus minerales característicos, permanecerá protegida de cualquier contaminación. Su composición es el resultado de un lento equilibrio entre el agua de lluvia filtrada y los minerales que conforman las rocas. Por tanto, la temperatura, el tiempo de permanencia y la profundidad del acuífero, completarán la personalidad inimitable de las aguas minerales naturales
Tras el proceso natural mediante el que nace el agua mineral, las empresas del sector español de aguas envasadas se encargan de mantenerla intacta para que llegue hasta nosotros tal y como se encuentra en la Naturaleza, conservando su pureza original y propiedades saludables. Por eso, no requieren de ningún tratamiento químico ni microbiológico para su consumo.
Para lograrlo, estas empresas envasan el agua directamente en su entorno natural, a pie de manantial, con unas condiciones de extrema asepsia, para evitar que su pureza original y composición constante se pueda ver alterada.
El Agua Mineral Natural es un producto alimentario, que se envasa a pie de manantial y está regulado por una legislación específica y muy estricta, totalmente distinta a la de las aguas del grifo. Tanto es así que muy pocas aguas pueden acceder al calificativo de “Agua Mineral Natural”. Esta denominación es concedida por la Administración a algunas aguas que cumplen unos determinados requisitos y una vez que han superado un largo expediente administrativo y numerosos controles.
El sector de las aguas minerales naturales y de manantial cuida la naturaleza, asegurando el equilibrio natural de los manantiales con una gestión sostenible de los mismos y protegiendo el entorno para asegurar la pureza del Agua Mineral Natural.
Los envases y embalajes empleados por el sector son 100% reciclables, tanto de vidrio como de PET
El sector se marca objetivos medioambientales que incluso van más allá de los exigidos por la legislación. Así se ha conseguido, por ejemplo, reducir más de un 40% el peso de los envases, gracias al ecodiseño que favorece una menor utilización de material.